jueves, 17 de noviembre de 2011

TARDES OTOÑALES

Necesito respirar. Necesitar una bocanada de ese aire a castañas asadas, ese calor de hojas caídas, ese susurro de pájaros volando a lugares cálidos, esa sensación de cambio, de comenzar una nueva etapa de árboles desnudos en lo cuales los días se convierten en noches, de tener que envolver como capas de cebolla nuestro cuerpo dorado.


 Llegar a casa, quitarte esos pantalones vaqueros que el frío ha calado hasta llegar a tus huesos, hasta el último poro de tu piel que cada vez se va ablandado y poniendo tenso, todo cambia, todo es un cambio, hasta el mismo hecho de ir a dormir, tener que taparte y quitarte los calcetines mientras dejas a tus pies bailar sobre la suavidad de las sábanas buscando un cobijo donde refugiarse. Como desvelarte por la noche y querer ir a servicio y pensar en ese hecho, destaparte, andar por el pasillo que arde a secas humedades y despacito bajarte los pantalones..., es demasiado complicado para nuestra mente débil, sin apenas voluntad para hacer ese sacrificio, privar a su propio organismo de sus necesidades. 


Mirar la ventana y a las seis poder contemplar atardeceres, personas con bata y zapatillas de estar por casa miran asombradas el cielo frotándose las manos con la sensación de volver a entrar, de volver a resguardarse, de dejar que su imaginación pueda volar como esos pájaros que se fueron, otros vendrán, como esos árboles que volverán a disfrazarse cada primavera y esas sombrillas que verán la luz del mar.


Todo cambio es bueno, disfrutemos ahora del que nos toca, aprendamos a respirar este nuevo viento, a dar besos con labios de escarcha en las mejillas petrificadas. Mente fría, corazón caliente.

2 comentarios:

  1. Llueve, detras de los cristales lluev y llueve
    sobre los chopos deshojados
    sobre los pardos tejados
    sobre los campos llueve...

    Pintaron de gris el cielo, y el suelo..
    se fue adornando con hojas..
    se fue vistiendo de Otoño..

    La tarde que se adormece..
    parece..
    un niño, que el viento mece..
    con su balada de otoño

    Una balada de otoño
    un canto triste de melancolía
    que nace al morir el día..

    Una balada de otoño..
    a veces como un murmullo
    y a veces como un lamento..
    y a veces.. viento...

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  2. Como quien viaja a bordo
    De una yegua sombría
    por la ciudad camino..
    no pregunteis a donde
    busco acaso un encuentro
    que me ilumine el día
    y no hallo mas que puertas
    que niegan lo que esconden

    Trepo por tu recuerdo
    como una enredadera
    que no encuentra ventana
    para agarrarse, soy
    esa absurda epidemia
    que sufren las aceras
    si quieres encontrarme
    ya sabes donde estoy

    vivo
    en el numero siete
    calle melancolía
    quiero mudarme hace años
    al barrio de la alegría
    pero siempre que lo intento
    ha salido ya el tranvía
    en la escalera me siento
    a silbar mi melodía

    Como quien viaja a lomos
    de un barco enloquecido
    que viene de la nada
    y va a ninguna parte
    asi mis pies descienden
    la cuesta del olvido
    fatigados de tanto
    andar sin enconrarte...

    las chimeneas vierten
    su vomito de humo
    a un cielo cada vez
    mas lejano y mas alto
    por las paredes ocres
    se desparrama el zumo
    de una fruta dde sangre
    crecida en el asfalto

    ya el campo estara verde
    debe ser primavera
    cruza por mi mirada
    un tren interminable
    el barrio donde habito
    no es ninguna pradera
    desolado en paisajes
    de antenas y de cables.

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