viernes, 9 de diciembre de 2011

CASCARÓN DE HUEVO

Nos encontramos de espaldas y tú me dices 1-2-3, te pillé. Me giro, me ruborizo, hago una mueca con una elevada sonrisa y te digo no,no, soy cascarón de huevo. Recordar esos momentos cuando jugábamos, el hecho de que te cazarán y dijeras no,no me escondo y digo que soy cascarón de huevo para poder seguir jugando, era lo único verdaderamente importante; seguir jugando. Ojalá, todo fuese tan fácil como decir una palabra mágica y hacer como si nada. Aprender a jugar sin caparazones protectores, ni hadas madrinas con sus queridos acompañantes ''Pepitos Grillos'' es difícil, lo sé. Pero para ser feliz hay que jugar, o te comen o tú comes, pero no tiene sentido jugar sin ser una pieza más del rompecabezas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario